No cabe duda, Erica Altamirano Ortega, propietaria de “Confección y Uniformes Holland” es una guerrera que no se derrumba fácilmente y aunque en realidad es profesora, el comercio y el gen emprendedor lo traía en la sangre, ya que sus padres siempre fueron comerciantes. Recuerda que, en el negocio de sus padres, siempre le llamaron la atención las telas, botones, las lanas, es decir, productos que se necesitan para la confección de prendas de vestir. Lo de guerrera lo decimos porque cuando las llamas arrasaron con el mercado municipal de Temuco, hace algunos años, éstas también consumieron por completo los dos locales que ella tenía allí, así como toda la mercadería que había en su interior, lo que no impidió que en no más de 20 días estuviera nuevamente instalada y trabajando a toda máquina.

Cuando se produjo el gigantesco incendio que arrasó con el mercado, Erica llevaba 25 años instalada en ese gran centro comercial. Hoy, junto a sus tres vendedoras, atiende a su clientela en Portales 1260, sector central de Temuco. Al hacer un balance de los últimos años, reconoce que han sido complejos, tanto por el denominado estallido social como por la pandemia. Antes de eso, aparte de las vendedoras, había 20 modistas que trabajaban con nosotros, hoy son seis, nos indica. Lo más importante en todo caso, reflexiona, es que seguimos con el mismo entusiasmo, lo que nos permite continuar confeccionando los uniformes de 35 colegios de Temuco, así como de otras instituciones. Sobre los apoyos que ha tenido, valora el de su esposo que, aunque es médico veterinario y trabaja en el campo, siempre la ha respaldado, lo que le permitió, aparte de trabajar en lo que le gustaba, educar en conjunto a sus tres hijos: hoy uno ya es abogado; otro, médico oncólogo, y el tercero, médico veterinario, lo que la llena de orgullo y satisfacción, constituyendo un incentivo para continuar en lo suyo: la confección y venta de prendas de vestir…